Poco después de la Revolución de 1979, que fue motivada en parte por un sector de la población descontentos por la ostentación de la monarquía de entonces a la que señalaban de querer occidentalizar el país, Irán terminó sumergida en una larga guerra con Irak que afectó la vida de millones de personas. Para entonces las penurias económicas eran aceptadas.